Creer que un enemigo débil no puede dañarnos, es creer que una chispa no puede incendiar el bosque
El calor de mi cuerpo que se eleva casi sin control con sólo verte, comienza por mis manos y termina en mi corazón, cuando te extraño. Partículas de amor que nadan en mi interior, pretenden incendiar el hielo de tu corazón.