Lo bonito de viajar y comer en culturas distintas está en buscar lo bueno de cada sitio, lo nuevo, y disfrutar del momento.
No siguió el camino más ancho hacia la eternidad, ni tampoco el más angosto, sino que, a fuerza de rezar mucho y disfrutar de una buena mesa, eligió uno intermedio, que podríamos denominar clerical principesco.
Quien no tiene enemigos, tampoco suele tener amigos.
La convicción de que para tener derecho a explicar se tiene que tener un conocimientos directo, físico, emotivo, olfativo, sin filtros ni escudos protectores, sobre aquello de lo que se habla. (...) Es erróneo escribir sobre alguien con quien no se ha compartido al menos un poco de su vida.
Vivir de manera efectiva significa poseer la información adecuada.
¡Y yo hablaba de una mano amiga! Es una buena ventaja poder reírme de los viejos amores engañosos y cubrir de vergüenza a esas parejas mentirosas -he visto allá el infierno de las mujeres- y podré poseer la verdad en un alma y un cuerpo.