La flecha de mi vida ha clavado sus rumbos en tu pecho y esquivo entre tus brazos el acecho de las cien rutas que mi paso olvida.
Escuchad pues, diligentemente, oh... carísimos, con un ánimo humilde, abatido y desconfiado de sí mismo, al Dios todopoderoso, que os crió, redimió y santificó y os promete de glorificaros en su reino consigo; el cual os habla y enseña en esta santa palabra su voluntad.
Un verdadero marido siempre es desconfiado
El uso del poder es siempre susceptible de ser arbitrario, despótico y alienante.
Las doctrinas, básicamente, no son cosa susceptible sólo de enseñar, porque el saber una doctrina no representa gran avance sobre el no saberla. Lo importante en las doctrinas es inculcarlas, vale decir, que no es suficiente conocer la doctrina: lo fundamental es sentirla, y lo más importante es amarla.
Mi corazón se comportaba como las hojas del árbol de la seda, que se encogen y rehúyen cuando se las toca; tan inseguro de mí mismo como una tímida doncella.
Hay muchos hombres que tienen miedo a ser directos y hablar abiertamente de lo que desean y de lo que sienten. No tengas miedo a sexualizar y a reflejar tu interés. De hecho, si das muchas vueltas, probablemente ella te catalogue de inseguro y se canse de ti.
Aprende de mí que un hombre prudente, que ha escuchado una acusación penal relacionados con tantos pormenores absurdo deja de ser prudente cuando se hace a sí mismo el eco de lo que ha escuchado, ya que si la acusación debía ser un factor calumnia, el orador A sí mismo convertido en el cómplice de la slanderer.
Es mejor tener mucho espíritu, aunque se cometa un mayor número de errores, que ser de mente estrecha y prudente para todos.
Un político incrédulo no haría nada jamás por su patria.