Amistad nunca mudable por el tiempo o la distancia, no sujeta a la inconstancia del capricho o del azar, sino afecto siempre lleno de tiernísimo cariño, tan puro como el de un niño, tan inmenso como el mar.
...antojadizo, veleidoso e inconsecuente
Todo cambia en este mundo, e inconstante es la vida humana, y sujeta a muchos errores.
El ocio hace siempre inconstante el espíritu