Sólo en la medida en que descubran que alojan al opresor podrán contribuir a la construcción de su pedagogía liberadora. Mientras vivan la dualidad en la cual ser es parecer y parecer es parecerse con el opresor, es imposible hacerlo.
El movimiento de mayo y junio del 68 en Francia, con sus aspectos confusos y anárquicos y su inconclusión, no dejó de contribuir a poner de manifiesto los rasgos de debilididad de ese Estado, tras su aparente omnipotencia.