Tienes todo lo que hace falta para bailar: agilidad, sentido del ritmo, facilidad para coordinar movimientos, etcétera. Y no se trata de que llegues a ser Fred Astaire o Gene Kelly; el objetivo es solamente que bailes de una manera que pudiéramos llamar aceptable. Digamos, lo suficiente como para que te puedas parar en un escenario y que la gente diga: ¡Pues mira: no lo hace tan mal!
De todas las cosas que he hecho, la más vital es coordinar los talentos de aquellos que para mi trabajan y señalarles cual es la meta