No nos dejes ser tan prudentes. Que queramos contentar a todos. Tu palabra es hiriente como espada de dos filos. Además de las bienaventuranzas, también pronunciaste las maldiciones. Es un texto subversivo.
Esta fuerza tiene el amor si es perfecto, que olvidamos nuestro contento por contentar a quien amamos.
Que es el amor sino comprender y alegrarse de que otro viva, actué de y sienta de manera diferente y opuesta a la nuestra? Para que el amor supere con la alegría los antagonismos no debería suprimirlos, negarlos. Incluso el amor a si mismo contiene como presupuesto suyo la dualidad (o la pluralidad) indisoluble, en una sola persona.
No he conocido a nadie que fuera capaz de alegrarse como ella de las cosas sencillas de la vida: personas y animales, estrellas y libros, todo le interesaba, y su interés no se basaba en la altivez, en la pretensión de convertirse en experta, sino que se aproximaba a todo lo que la vida le daba con la alegría incondicional de una criatura que ha nacido al mundo para disfrutarlo todo.