El amor propio ofendido es el más seguro antídoto del amor.
Es suficiente juzgar bien para hacer bien, y juzgar lo mejor posible para obrar también de la mejor manera. Cuando se está seguro de que es así, uno no puede dejar de estar contento
El fascismo no es, no puede y ni quiere ser la guardia de los privilegios del individuo o de la clase, sino que quiere ser la guardia que tutela la seguridad y la grandeza indudable del pueblo italiano
El odio es la sola prueba indudable de la existencia.
