La única respuesta es que si no cambiamos nuestro estilo de vida, si no dejamos de depender de la energía fósil, del petróleo, nuestra sociedad va a colapsar. No hay recursos infinitos. Ahora están buscando petróleo en más lugares, y piensan que esto es algo positivo. Pero de cara al cambio climático, esto solo incrementará el efecto invernadero.
La gente me pregunta todo el tiempo si prefiero el drama o la comedia. Mi respuesta es sencilla: ¡Siguiente pregunta!
En un mundo donde ya no impera la certidumbre, restablecemos también la noción de valor. Sin duda en el siglo XXI veremos el desarrollo de una nueva noción de racionalidad donde razón no estará asociada a certidumbre y probabilidad a ignorancia. En este marco, la creatividad de la naturaleza y sobre todo, la del hombre, encuentran el lugar que les corresponde.
Siempre que un hombre cree que ha recibido la verdad exacta de dios, no hay en él un espíritu de transigencia. Le falta la modestia que nace de las imperfecciones de la naturaleza humana; tiene la arrogancia de la certidumbre teológica y la tiranía que nace de la certeza inherente a la ignorancia.