El hombre (cada hombre) es un fin en sí mismo, no el medio para los fines de otros. Debe existir por su propio esfuerzo, sin sacrificarse a otros ni sacrificar a otros para sí mismo. La búsqueda de su propio interés racional y de su propia felicidad es el más alto propósito moral de su vida.
Me pregunta usted: Exactamente, ¿por qué no cree usted en Dios? Porque no he encontrado argumento racional que apoye dicha creencia.
Pronto me convencí... que toda teorización sería un ejercicio cerebral vacío y por lo tanto una pérdida de tiempo a menos que uno primero compruebe en qué consisten realmente los objetos que pueblan el universo, cómo interactúan sus miembros y cómo se distribuyen por el espacio cósmico.
La administración es la fragmentación, el análisis, la secuencia, la aplicación específica, el aspecto cerebral izquierdo, ligado al tiempo, del autogobierno efectivo.