La gratitud es como la buena fe de los mercaderes, que sostiene el comercio; y si pagamos, no es porque sea justo saldar nuestras cuentas, sino para encontrar más fácilmente gentes que nos presten.
Ser internacionalista es saldar nuestra propia deuda con la humanidad. Quien no sea capaz de luchar por otros, no será nunca suficientemente capaz de luchar por sí mismo.