La condición humana es eternamente permeable a los símbolos que despiertan esperanzas.
A mí el libro que me gusta es el que no tiene ni principio ni fin. Ni alga ni omega. Me agrada la novela permeable y porosa.
Cuánto más inteligente, profunda y sensible es una persona, más probabilidades tiene de cruzarse con la tristeza
Cuando uno está dominado por el lujo, la privación de lo superfluo le es casi tan sensible como la falta de lo necesario