Lo que el cielo tiene ordenado que suceda, no hay diligencia ni sabiduría humana que lo pueda prevenir.
La responsabilidad es nuestra, es de la diligencia política
Lo que sucede en Occidente es que no hay límite entre el interés del Estado y el interés Comercial. Los bordes de el estado, cómo resultado de la privatización, están fusionados y confundidos con los límites de las compañías
Aquel que hace el bien desinteresadamente, sin interés al elogio y a la recompensa, al final de cuentas tendrá ambas cosas.