Los obreros disponen de un poder formidable y cuando lleguen a darse bien cuenta de él y se decidan a usarlo, nada podrá resistirles. Bastará que cese todo trabajo y se apropien de todos los productos de su trabajo, que los consideren y los gocen como propios. Éste es el sentido de los motines obreros que vemos estallar casi por todas partes.
No deseamos sino el bien del mundo y la felicidad de las naciones...Que todas las naciones se unan en una Fe y todos los hombres sean como hermanos; que se fortalezcan los lazos de afecto y unidad entre los hijos del hombre; que cese la diversidad de religión y se anulen las diferencias de raza.
El fin de la ciencia especulativa es la verdad, y el fin de la ciencia práctica es la acción.
¡El hombre ha nacido para la felicidad y para la libertad y en todas partes es esclavo e infeliz!¡La sociedad tiene como fin la conservación de sus derechos y la perfección de su ser; y por todas partes la sociedad lo degrada y lo oprime!¡Ha llegado el tiempo de recordarle sus verdaderos destinos!