Una pequeña nave espacial del tipo Mérida, indemne al parecer, parecía bailar una extraña jiga en el vacío. Una breve inspección realizada por ordenador reveló que la nave se encontraba en buenas condiciones; su ordenador funcionaba, pero el piloto estaba loco.
¡Quiero escapar indemne del infierno que arde en la trama de tus besos sabios!
Dichosísimo aquel que corriendo por entre los escollos de la guerra, de la política y de las desgracias públicas, preserva su honor intacto
Vino todo el mundo, la radio y la TV, vino el comisario, los ángeles también. Todos quieren algo, sangre o no sé qué y todo el universo sigue intacto como ayer... Dame tu amor, sólo tu amor.