La diferencia básica entre un hombre ordinario y un guerrero es que el guerrero toma todo como un reto, mientras que un hombre ordinario toma todo como una bendición o una maldición.
Me niego a vivir en el mundo ordinario como una mujer ordinaria. A establecer relaciones ordinarias. Necesito el éxtasis. Soy una neurótica, en el sentido de que vivo en mi mundo. No me adaptaré de mi mundo. Me adapto a mí misma.