No hay medio más sutil o más seguro de trastocar la base existente de la sociedad que el de corromper el dinero
Nos dicen los socialistas: Puesto que la ley organiza la justicia, ¿por qué no habría de organizar el trabajo la enseñanza y la religión? ¿Por qué? Porque no podría organizar el trabajo, la enseñanza y la religión, sin desorganizar la justicia.
La guerra es un esfuerzo bonapartista por desorganizar y escindir el creciente movimiento de la clase trabajadora
Para tener éxito, la planificación sola es insuficiente. Uno debe improvisar también.
Con frecuencia una alegría improvisada vale más que una tristeza cuya causa es verdadera. Sepamos, pues, improvisar nuestra alegría.