El golpe más fuerte recibido por la humanidad fue la llegada del Cristianismo. El bolchevismo es el hijo ilegítimo del Cristianismo y ambos son invención de los judíos.
En 1978 quedó claro que las nacionalidades y regiones eran el punto de llegada y no un pistoletazo de salida en una subasta insensata para ver quién es más nación.