Contemplo el cosmos, veo su inmensidad y me formulo tantas preguntas de golpe que llego a sentirme mal, a marearme, incapaz de deglutir tanta inmensidad sintiendo nuestra gigantesca pequeñez.
Cuando evoco mi niñez me siento incapaz de decir que fue buena o mala. Pero sé que no estaría dispuesto jamás y a ningún precio a volver a ella.