El principio de que la mayoría tiene el derecho a gobernar a la minoría convierte a todo gobierno en una competencia entre dos cuerpos de hombres, entre quienes mandarán y quienes serán esclavos; una competencia que nunca podrá terminar mientras el hombre se resista a ser esclavo.
Soy un hombre viejo y cansado. Pero he matado a este pez que es mi hermano y ahora tengo que terminar la faena.