En el silente sin nombre del agua que baña mis ramas. Encontré una rosa roja. Que perfuma mis mañanas.
Caminando por un estrecho túnel de la alhambra, se me entrego a mí el hermoso patio de aquel antiguo palacio, serene, callado y solitario; contenía exactamente lo que debe tener un jardín bien logrado, nada menos que el universo entero, jamás me ha abandonado tan memorable epifanía.
El amor es la sed suspendida o un recinto callado de rebaños dormidos
El libro es una pértiga que permite dar saltos inimaginables en el espacio y en el tiempo; el testigo de la más hermosa carrera de relevos; un infalible e íntimo amigo silencioso
La realidad no se acota; olvidemos el calendario, y atendamos al manantial constante y silencioso que nos brota del alma.