La fe es el término medio entre la ligereza con que alguno precipitadamente cree y la pertinacia en no creer sino en lo que antes se demuestra por la razón.
El individuo es como la ola que se levanta en la superficie del agua. No puede separarse de ella completamente. Y vuelve a caer rápidamente en la masa solidaria, que se la traga. Vuelve a caer una y otra vez continuamente con el movimiento irresistible de la marea que la arrastra. Pero ¿Por qué no levantarse una vez, y otra vez, y otra vez?
La ignorancia humana no permanece detrás de la ciencia, crece tan rápidamente como ésta.