Ningún favor produce una gratitud menos permanente que el don de la libertad, especialmente entre aquelllos pueblos que están dispuestos a hacer mal uso de ella.
Educadores y educandos se archivan en la medida en que, en esta visión distorsionada de la educación, no existe creatividad alguna, no existe transformación, ni saber. Sólo existe saber en la invención, en la reinvención, en la búsqueda inquieta, impaciente, permanente que los hombres realizan en el mundo, con el mundo y con los otros. Búsqueda que es también esperanzada.
Todo lo imperecedero es mera alegoría. Y los poetas mienten demasiado.
Estamos aquí para tornar imperecedero lo perecedero; y esto puede suceder sólo si se saben valorar ambas cosas.