Son hechos los poetas de una masa dulce, suave, correosa y tierna, y amiga de holgar en casa ajena.
Confundir esto, que era una experiencia religiosa para ampliar los estados de percepción, con una cosa para divertirse y pasar el rato es la triste degradación propia de nuestra decadente civilización occidental.
Se debe trabajar, si no por inclinación, por lo menos de desesperación, ya que, bien probado, el trabajo es menos aburrido que divertirse