Las presiones que al Estado de los Austrias o de los Borbones han ejercido sobre España en general y sobre Cataluña en particular durante los siglos XVI al XVIII no han sido lingüísticas. Ni importaba el uso de una u otra lengua, ni se cohibía, ni el Estado tenía medios ni voluntad de ejercer actividades que tuvieran relación con las publicaciones, ni con la enseñanza de la lengua.
La política es el deporte más caro, la actividad más costosa de ejercer en el país.