Si pudiera entrenarse para usar solamente el tronco cerebral estaría curada. Estaría en algún lugar más allá de la felicidad y la tristeza. No se ven peces agonizando por cambios salvajes de estado de ánimo. Las esponjas nunca tienen un mal día.
Un individuo que dedique cuatro horas y media diarias a ver la televisión es muy posible que posea unas pautas de actividad cerebral muy diferentes de las de alguien que dedique cuatro horas y media a leer. Diferentes zonas del cerebro se estimulan de manera repetitiva.
Y así, una vez más, el grupito partió de viaje, con el León marchando majestuosamente al lado de Dorothy. Al principio, a Toto no le agradó este nuevo compañero, porque no podía olvidar lo cerca que había estado de ser víctima de las enormes fauces del felino; pero al cabo de un tiempo se sintió más tranquilo y al fin se hizo muy buen amigo del León Cobarde.
Si un hombre me retase en alguna ocasión, me lo llevaría con amabilidad y misericordiosamente de la mano a un lugar tranquilo para después matarlo