Roberto clemente fue para los latinoamericanos lo que Jackie Robinson fue para los afroamericanos en el béisbol. Habló por los latinos; fue el primero en hacer valer sus palabras
El mar me encerraba por todas partes como un abrazo. Bendita sea la vida, la tierra y el cielo, benditos sean mis enemigos, en este instante deseo ser clemente con el peor de ellos y atarle el cordón del zapato.