No se acaba el amor sólo con decir adiós, hay que tener presente que el estar ausente no anula el recuerdo, ni compra el olvido, ni nos borra del mapa
No puede el médico curar bien sin tener presente al enfermo.
Nada me impresiona más que los hombres que lloran -dice luder-. Nuestra cobardía nos ha hecho considerar el llanto como cosa de mujercitas. Cuando solo lloran los valientes: por ejemplo, los héroes de Homero.
Sería enteramente incorrecto considerar los errores como lo principal cuando lo son, en realidad, los éxitos.
La conversación debe tocar todo, pero no debe concentrarse en nada.
Es la conciencia del tiempo y del espacio. Lo que sucede aquí y ahora es importante. No hay que pensar en el pasado ni en el futuro. Debéis concentraros aquí y ahora. Cuando vayáis a orinar, orinad solamente. Cuando vais a dormir, dormid. Y lo mismo para las demás acciones, como comer, hacer zazen, caminar, hacer el amor...Aquí y ahora significa concentrarse en el acto presente.
Es sorprendente apreciar lo poco que reacciona la población ante cada nuevo esfuerzo para imponer controles más estrictos sobre la información de que disponen los ciudadanos de nuestra democracia.
El único camino que nos queda es el de acercarnos al conocimiento moderno con una actitud respetuosa e independiente y el de apreciar las enseñanzas del Islam en la luz de ese conocimiento, aun si llegamos a conclusiones diferentes de nuestros predecesores.