Existe un principio que se resiste a toda información, que se resiste a toda investigación, que nunca deja de mantener al hombre en una ignorancia perenne... Es el principio de desestimar lo que no se ha investigado.
Aconsejar a otros, y desatender su propia seguridad, es insensato.
Mucho más grande que no admirar nada es no despreciar nada.
Aprended justicia, ¡oh vosotros advertidos!, y a no despreciar a los dioses.