Cuando Neptuno quiere calmar las tempestades no se dirige a las olas, sino a los vientos.
Sería el barro negro de las Injurias y de las Cambroneras, que ahogaría a los ricos, la venganza justa contra las clases directoras, que hacían del Estado una policía para salvar sus intereses, obtenidos por el robo y la explotación, que hacían del Estado un medio de calmar a tiros el hambre de los desesperados.
Mi vida es un perfecto cementerio de esperanzar muertas.