Es necesario extirpar, como se extirpan del campo las plantas dañosas, al trotskismo de las filas proletarias de nuestro país. Es necesario extirparlo y aplastarlo como a fieras rabiosas, porque, si no, nos encontraremos en cada momento decisivo con que no se puede comenzar la ofensiva porque hay que atender a los disturbios que ellos promueven en la retaguardia.
Después de lo que hemos vivido en Bali, en Estambul, en Casablanca, en Madrid o en Londres, está claro que el terrorismo islamista ha decidido emprender una ofensiva en toda regla para imponer su tiranía opresiva.