El ser humano tiene siempre la posibilidad de aportar cosas diferente. Ningún joven y no tan joven se tiene que preocupar de que todo está hecho, porque mientras haya un ser humano con un creyón en la mano y trace una línea ya va a poder decir algo enteramente nuevo y diferente a todo lo que se dijo en la historia del arte.
Corramos riesgos calculados, lo cual es diferente de mostrarnos temerarios.