En cuanto al recuerdo de Rodolphe, había descendido a lo más recóndito de su corazón, y allí permanecía, inmóvil y solemne, como momia regia en su subterráneo. De aquel gran amor embalsamado se escapaba un efluvio que, atravesándolo todo, aromaba con su ternura el inmaculado ambiente en que quería vivir.
(..) Ambos edificios se basan, al igual que todas las tareas, de la determinación de comprender el objeto puro es su naturaleza, la solución de la tarea.
He ascendido cinco veces pero no disfruté ninguna hasta la del Sporting. Siempre me iba o me echaban. Y siempre a coger otro muerto, otro proyecto. En lo personal, soy un superviviente puro