La magnanimidad o grandeza de ánimo, según el nombre nos lo muestra, también consiste en cosas grandes.
Hagamos una guerra de virtudes si es posible, procurando cada cual superar al enemigo en honradez, buena fe, magnanimidad
Todo Estado castiga más severamente los delitos que amenazan su principio particular de vida, mientras que en los demás muestra no raramente una benignidad que contrasta de modo llamativo.
La seducción es el mundo de la dinámica elemental. Todo esto ha cambiado de manera significativa para nosotros, al menos en apariencia. ¿Pero qué ha sucedido con el bien y el mal? La seducción lanza a ellos entre sí, y los une más allá del significado, en un paroxismo (repentino estallido de emoción) de intensidad y encanto.
Cuando ya del destino me quejaba sólo un bien me rescataba, una ventura y eras tú, madre mia, tú, mi amor, mi esperanza, mi alegria.