Haz justicia con alguien y acabarás por amarlo. Pero si eres injusto con él, acabarás por odiarlo.
Quiero recordarles a mis camaradas, principalmente a los más jóvenes, que hoy promedian las edades de 58 a 68 años, que aún están en aptitud física de combatir, que en caso de continuar sosteniéndose este injusto encarcelamiento y denotación de los valores básicos ameriten el deber de armarse nuevamente en defensa de las instituciones básicas de la República
Nuestra intuición de Dios es una prueba insuficiente de su existencia. Hay otra más sólida: nuestra capacidad de dudar de él.
A deshora me levanto de la cama sin nada que hacer, me declaro insuficiente y siempre fuera de la ley.