La alabanza tanto es buena cuanto es bueno el que la dice, y tanto es mala cuanto es malo y vicioso el que alaba.
Me subo a la moto y atravieso las calles en donde gente más extraña que tú y que yo se prepara para pasar un sábado divertido, un sábado a la altura de sus expectativas, es decir un sábado triste y que no llegará jamás a encarnarse en lo que fue soñado, planeado con minuciosidad, un sábado como cualquier otro, es decir un sábado peleón y agradecido, bajito de estatura y amable, vicioso y triste.
Me parece fundamentalmente, deshonesto y dañino para la integridad intelectual creer en algo sólo porque te beneficia y no porque pienses que es verdad
Creer en algo y no vivir para ello es deshonesto
Sólo un hombre inexperto puede hacer una declaración formal; una mujer se persuade de que es amada más por lo que adivina que por lo que se le dice.
¿Qué haría el Senado de mí, de un legislador inexperto que carece de la facultad de engañarse a sí mismo, este requisito esencial en quien quiere guiar a los demás?