Una verdad a la que no se da crédito nos hiere mucho más que una mentira. Requiere un gran valor respaldar una verdad inaceptable para nuestra época; conlleva siempre un castigo, que suele ser la crucifixión.
Esperar lo inesperado. Aceptar lo inaceptable
Un tonto resulta aburrido, muy aburrido, pero un pedante es inaguantable