Hay quien dice que la honestidad no basta para vivir. Y yo sustento que la honestidad no basta cuando se quiere amar aciertas muchachas.
Uno es capaz de llorar a cántaros hasta en una miserable obra de teatro. Las lágrimas no prueban de ninguna manera la honestidad o el afecto.
Muchas veces nos pesa la sinceridad de sopetón y explosiva
Un Amigo no te juzga, solo comprende tus procesos y te estimula con sinceridad la aceptación de tu error