El verdadero valor no es llamar a la muerte, sino luchar contra el infortunio
Lamentar un infortunio pasado, y que no existe, es la más segura vía de crearse otro infortunio.
Preferid, entre los amigos, no sólo aquellos que se entristecen con la noticia de cualquier desventura vuestra, sino más aún a los que en vuestra prosperidad no os envidian.
La derrota cultural es la más abrumadora de las derrotas, la única que no olvidamos jamás, porque no podemos atribuirla ni a la propia desventura ni a la barbarie del adversario.