Quiero gloria y por ella abandono hoy mi patria, mañana mi felicidad, un día la vida. Quiero que digan: En esa isla nació un hombre que amó la verdad, que anhelaba la justicia, que buscaba la ventura de los hombres.
No hay ventura ni desgracia en el mundo, sino la comparación de un estado con otro, he ahí todo. Sólo el que ha experimentado el colmo del infortunio puede sentir la felicidad suprema. Es preciso haber querido morir, amigo mío, para saber cuán buena y hermosa es la vida.
Sólo en la fortuna adversa se hallan las grandes lecciones del heroísmo.
Yo he hecho de mi vida un papalote, he hecho de mi vida lo que se me ha dado la gana; he tenido la fortuna de tener las oportunidades pero también las he trabajado, yo creo que se han aparecido en mi camino, pero también las he sudado... hasta llegar a hospitales del cansacio de todo éste trabajo.