El género humano se queja sin razón de su naturaleza, de que siendo débil y de duración corta, sead regida por el azar más bien que por la virtud
La igualdad prescrita por la revolución no es si no la venganza del débil sobre el fuerte; es lo que ocurría en otros tiempos en sentido inverso, pero esta reacción es justa, es necesario que a cada uno le llegue su oportunidad.